Hace rato no publico nada en mi espacio, pero
estoy que estallo y si no escribo voy a terminar estrellando a alguien contra una
pared!
Como algunos saben, me fui del país a estudiar una
maestría. Decidí regresar por dos razones. 1) Mi hijo estaba en Colombia. 2)
Sentía que podía llegar a construir país y que quedaba mucho por hacer. Hoy veo
que me equivoqué con la segunda.
Estoy mamada de un país donde si quieres trabajar,
así sea un mes, o por un contrato, tengas que pagar salud y pensión del 40% de
tu ingreso (una salud de quinta donde tienes que rogar para que te receten un
ibuprofeno). Además de eso te quitan impuestos sobre el pago y además debes
pagar, quieras o no, un fondo de solidaridad de 24 mil pesos si el contrato es
por más de no sé cuántos salarios mínimos… Pregunto: un fondo de solidaridad ¿para
qué? Para los ladrones Uribes, Santos, Gavirias, y todos los de cuello blanco
que conocemos?
Estoy mamada de un país donde si no quiero
trabajar como asalariada por lo que les cuento y quiero montar una empresa, te
jodan con 20 mil impuestos adicionales, que también se los roban.
Estoy mamada de un país donde tengo que pagar un
millón de pesos por un colegio normal para mi hijo por miedo de mandarlo a un
colegio público. No quiero exponerlo a que termine acuchillado o usando armas
para tener lo que quiere.
Estoy mamada de un país, donde el acceso que dan a
educación sea de este estilo. Un colegio inseguro, sin valores, donde prevalece
la ley del más fuerte físicamente.
Estoy mamada de un país donde si quiero estudiar
me toca vender lo que tengo y endeudarme hasta los cojones con el Icetex o
cualquier otra entidad que me quita esta vida y la otra, y que el gobierno
llame a eso “ayuda”.
Estoy mamada de un país donde los campesinos
tengan que salir a protestar porque no pueden guardar sus semillas, sino que
tienen que comprarlas a multinacionales y donde los TLC nos están jodiendo por
ineptos presidentes que ni siquiera leen lo que firman. Y tras de todo, la
policía golpea y agrede al campesinado.
Estoy mamada de un país donde no tenemos un
sistema de transporte digno. Donde para ir de un lado a otro tardemos dos horas
y media, oprimidos (en ambos sentidos), con miedo que nos roben, o que nos
agredan porque existen profesionales en “cosquilleo de Transmilenio”. (así se autodenominan estos hampones).
Estoy mamada de un país donde si quieres poner una
denuncia contra un ladrón, tardes cinco horas, tengas que dar tus datos frente
a este personaje y él sepa todo de ti, te amenace delante de los policías y
tras del hecho el Fiscal hace mal la denuncia y diga: “Dejémoslo así mijito”.
Estoy mamada de un país donde los taxistas, el de
la tienda, todos quieren tumbarte y tengan la ley del ‘vivo vive del bobo’ con
la excusa estúpida de la ‘malicia indígena’.
Estoy mamada de un país donde te llega una factura
del acueducto mal liquidada y tenga que tomar de mi tiempo para poner una queja
para que digan que todo está perfecto y que quiera o no debo pagar. Y de tener
la impotencia de saber que es injusto y no poder recurrir a nadie, más que a una Superintendencia
que se tarda para dar una respuesta, y mientras tanto qué? No me baño? No hago
comida?
Estoy mamada de un país donde el mercado es
carísimo y cualquier cosa que se compre no es ni comparado con mercados de
otros países, mejores o peores que el nuestro… donde se gana más y se gasta
menos en mercado o en vestuario. Estoy mamada que nos metan los dedos a la boca
de todos los colombianos.
Estoy mamada de un país donde para que el papá de
mi hijo responda por él, tengo que ir a la Fiscalía y allá se tarden más de un
año en empezar el proceso y donde los procesos civiles en juzgados de familia
tampoco prosperen porque tienen “mucha demanda”. Y a las mamás nos toca
jodernos la espalda todos los días porque los niños no se alimentan de rayos
solares.
Estoy mamada de un país donde todos aceptan todo
con abnegación. Donde parece que estamos acostumbrados a la miseria teniendo
tanta riqueza. Donde la gente sigue dando votos de confianza a Uribe y su combo
sin recordar que fue él el que jodió a
los trabajadores con este tipo de contratos informales con la genial idea de su
Ley 50, y que la belleza de salud que tenemos fue su ponencia de Ley 100 cuando
era senador, y que la firma que está estampada
en muchos de los TLC que nos tiene en
huelga, fue de él.
Estoy mamada de un país donde no se puede vivir,
trabajar ni hacer ni mierda sin que le quiten a uno lo trabajado por cualquier
lado, para no ver frutos. Si me van a quitar mi dinero quiero verlo en mis
hijos, en vías para andar, en infraestructura, en calidad de vida que acá no
existe!
Estoy mamada, pero mamada, pero mamada de tanta
injusticia social! Me duele el alma, el corazón, el cuerpo. Soy mujer, madre, y
estoy aburrida de luchar a diario y sentir que sola no puedo más.
No quiero un Estado que en lugar de proteger mis
derechos quiere machacarme y sacarme hasta lo último que tengo.
Quiero irme al País de las Maravillas.
Muchos dirán: “si está tan mamada pues lárguese”.
Ganas no me faltan. Dinero sí, porque acá me lo quitaron todo.
A mis amigos que están en el extranjero, les
aconsejo: Quédense lejos, lejos, muy lejos de acá. Entreguen su conocimiento en
cualquier lugar donde respeten sus estudios y su esfuerzo, donde tengan acceso
a la cultura de verdad, donde puedan vivir tranquilos, con seguridad, sin ser
millonarios, pero donde no les quitan lo que tienen.
Y como dijo el popular filósofo colombiano César
Augusto Londoño: “Hasta aquí los deportes. País de mierda!”