miércoles, 27 de marzo de 2013

Pueden pasar de mí como la mierda



Pensar, hablar y ser diferente no es un crimen.

No traten de ´llevarme por el buen camino´, no intenten hacer que hable como ustedes, que crea en otras cosas o que escriba de otra forma. Yo no quiero ser como ustedes y no pretendo que sean como yo.

Les cuento mi caso: soy una colombiana estudiando en España y, la verdad, nunca pensé que fuera tan difícil la comunicación entre personas de mí mismo idioma. Tengo un ´profesor´ con doctorado encima que dice que los latinos “hablamos mal” y mis compañeros no entienden lo que escribo porque manejo varios tiempos verbales en un documento o dicen que uso palabras que “ni siquiera existen en el castellano de España”.

Confieso que cuando me lo dijeron, sentí un hervor en la cabeza un poco incontrolable. Pero lo contuve para pensar con cabeza fría lo que pasaba. Simplemente son diferentes. Ni ellos, ni yo, tenemos la razón.

Eso no es problema. El problema radica en que pretendan que yo cambie, o como mi ´profesor´ dice: “Que evolucione”.
En esa ocasión, una amiga venezolana, más frentera que yo le contestó: “Eso depende desde donde usted vea la evolución. Simplemente nos adaptamos al entorno, que es muy diferente”. (Ole)

Lo mismo pasa con las religiones (¡Uy! me metí a terreno fangoso). ¿Quién le ha dicho que su religión es la correcta, la única y verdadera? Ahora, ¿Por qué quiere que yo crea en lo que usted cree?, ¿Le pagan por llevar más fieles? ¿O es mejor persona por llenar su wall con cosas religiosas? Me molesta, y de sobremanera, que me quieran obligar a pensar lo que yo no quiero pensar. Sencillamente somos diferentes. 

Hace poco, supe del caso de Amina. Una joven tunecina de 19 años que se tomó una foto mostrando las tetas, y escribió sobre su piel “Mi cuerpo es mío y de nadie más”. Ella pertenece a la religión del Islam y, al parecer, le habrían condenado a cien latigazos públicos y a muerte por lapidación. Luego dijeron que no, luego que sí, luego que no…
Con tal, la noticia se extendió como pólvora y generó una protesta por redes sociales donde muchas mujeres nos desnudamos y nos escribimos lo mismo (sí, NOS, porque yo también me la tomé), y las pusimos a circular por la red.

No tengo nada, absolutamente nada contra el Islamismo. Mi protesta no es contra una religión. Es contra las formas de represión femenina. Es contra lo que no me parece humano. Pero si usted no piensa como yo, créame que no voy a tratar de convencerlo. Sus razones tendrá.

Lo mismo pasa con las relaciones de pareja. ¿Por qué quiero que mi chico se case conmigo si él no quiere? ¿Por qué nos imaginamos que él algún día va a cambiar?, ¿Por qué quiero llevarlo a casa de mis padres si hasta ahora llevamos dos citas y una revolcada? Como dicen los filósofos británicos: Let it be!

No traten de que sus novios sean o piensen como ustedes, mujeres. Eso suena muy narcisista. Ustedes terminarían enamoradas de su reflejo, de alguien que parecen ustedes mismas. A mí eso me suena aburridísimo.

¿No les parece mejor buscar por los recovecos de los laberintos de lo que no conocemos, convivir con personas que nos puedan aportar diferentes posturas y aprender todos los días cosas nuevas?

Sólo expongo mis argumentos y si no están de acuerdo, puede pasar de mí como la mierda. Yo haré lo propio.

Feliz Semana Santa/ Spring Brake y recuerden que todo depende... depende de...